Más vale un NO a tiempo.

He conocido a un hombre este verano que me ha resultado, especial y también un tanto peculiar.

Fue a través de un amigo y juntos los tres, compartimos una mañana de pádel. Nunca había jugado, sin embargo, tenía mucho interés. Hace mucho tiempo, mantuve una relación con un profesor de tenis y siempre que le pedía que me enseñara, su forma de hacerlo no era precisamente la mejor.

Cuando acababa, siempre me decía que fatal, sin embargo si le preguntaba mi hermano, a él si  le decía la verdad. Que lo hacía genial… Entonces: ¿por que a mi hermana, no se lo dices igual? Porque así no se lo cree y se esfuerza más, la próxima vez. La antigua educación…Pensaba yo…

Desde ese momento, no tuve más contacto con el mundo de las raquetas, ni el tenis,  ni nada que se le pareciera; hasta la semana pasada, que me invitó este amigo mío a compartir cancha con Tomás, todo un experto en pádel.

La clase estuvo genial, estupenda, muy, muy bien. Me dijo que tenía un físico sensacional y que en unas cuantas clases más, me defendería de forma muy digna.

Me gustó como me enseñó y lo más importante: el cariño, la confianza  y la seguridad que proyecto en mí.

Luego salimos varios días a tomar algo y a picar. El primer día  apareció en un flamante coche; me invito a cenar y luego tomamos una copa. A los pocos días, apareció con un espectacular deportivo descapotable y fue él, otra vez quien me volvió a invitar. A la tercera le propuso yo  la cita y negocié la invitación. Le dije, que esta vez, era yo la que invitaba y que no quería: ni cenas, ni copas, ni utilizar  ningún vehículo de locomoción. Que me encantaría ir a pasear a un parque y juntos: caminar, charlar… Respirar el aire de una noche de verano, en un precioso lugar.

Desgraciadamente, se pasó por alto mi proposición y a la hora convenida, se presentó  con un mono volumen de alta gama, en la puerta de mi urbanización…A mi no me gustó nada y sin mediar explicación, como estaba reteniendo el tráfico, subí al auto sin remisión.

Tengo un regalo para ti.Está detrás, ¡cógelo! No daba crédito a lo que ocurría, no quería ni regalo, ni promesas, ni nada con esa canción…Le hice detener el auto y le manifesté mi desazón, le dije que no eran maneras, que no había atendido  a mi petición. Que yo le había propuesto  un plan y él no había tenido en cuenta mi petición.

Me dijo que llevaba mucha prisa y que no podía entretenerse en mi explicación.

Le respondí llena de candor: así no es trata a la gente y quiero que me escuches, de viva voz. Las amistades se trabajan en paralelo y tú no eres ni más ni menos, que yo. No quiero tu regalo, no está hecho desde el corazón, si tú quieres permanecer a mi lado desenvuelve lo que has hecho y pregúntale a tu corazón: ¿si es normal “saltarse a la torera”, la demanda, de una dama como yo?

Una mujer de bandera, que valiente,  sincera y sin punto de contención; te habla de esta manera y te invita a que reflexiones y me pidas perdón.

Quizá en otro momento, igual volvemos a conversar. Ahora quiero volver a mi casa y si quieres tú pensar en tu forma de actuar. Cuentas  con todo el tiempo del mundo…Pues yo,  he acabado ya.

Esa noche dormí de un tirón.Cuando hablas de esa manera y expresas tu opinión; el alma se queda  tranquila y no hay nada ni nadie que dañe  tu corazón…

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4 respuestas a Más vale un NO a tiempo.

  1. Irremediablemente debemos hablar y no callarnos. Me gusta

  2. Maca dijo:

    Me encanta que expresaras tu opinión y no te callaras y aceptaras sus regalos o propuestas, aunque a lo mejor es importante transmitir la importancia de que te tengan en cuenta sin tener que poner un límite tan drástico como marcharte. Lo que se me ocurre es que pienses en una propuesta en la que los dos salgais gananado.

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