En proceso de cambio, limpieza, renovación…

De nuevo aquí escribiendo mi post, después de un tiempo de silencio, ausencia, reposo, aunque no tanto…
He estado renovando mi casa, pintándola, tirando cosas, limpiando ordenando y redecorando mi hogar y porque no decirlo, mi nueva vida.
Esa vida, que intuyo, está latente dentro de mí.

Me siento inmersa en un ambicioso proceso de selección, para mi nuevo trabajo; no se si este, será el definitivo o si todavía deberé seguir intentándolo, luchando, esforzándome y lo más importante: creciendo.

Esta mañana releía el post de un gran compañera en la red y sus palabras me han trasladado a una nueva dimensión; transmitiéndome confianza y muchas ganas, de seguir, de continuar.
En esta nueva casa: MI CASA, me he sentido muy acompañada, por muchos amigos, que de forma voluntaria, se han ofrecido a facilitarme el trabajo.

Mi amiga Valentina, en su cálido hogar, con estudio al jardín. Donde hemos pintado todos los muebles.
En esos maravillosos días, compartiendo la experiencia, con su jardinero, su cariñosa perra y rodeada de: árboles, olmos, cedros, flores de todos los aspectos y colores.
En un paraje sin igual, todos mis muebles han inspirado esa naturaleza y ahora: en mi casa, cierro los ojos y puedo ver, un bosque lleno de hadas, duendes, princesas, dragones… Que por la noche, me hablan y me transportan, a lugares infinitos, donde: el NO, el no se puede, no lo vas a conseguir, no existe…

Los pintores, que con su profesionalidad y cercanía; me han llenado las paredes, de lavanda; un color que me acoge, me calma, me da paz y sosiego y que junto a ese bosque, me llena de una naturaleza increíble y me da fuerzas para continuar.

Mi amiga Susana, desde el primer día, con sus palabras: directas, firmes y adultas; me ayudaron a ver, lo que no veía, no sentía, no era capaz de vislumbrar.
Ahora que esta todo en su sitio, diferente e igual al mismo tiempo. Me hace sentir, que a veces la vida, se detiene, se PARA, se encierra y no hay forma, de permitirte ver, desde otro lugar.

Ahora vivo en otro sitio, en otro espacio, en otra vida. La vida que me merezco y de la quiero hacer partícipes, a todas esas personas que apostaron por mi, ofreciéndome su mano y su amor, para poder embarcarme, en algo nuevo, algo, que todavía está sin completar y que se que no falta mucho, para que finalice.

Este post va dedicado a mi compañera de Twitter, Fátima, que con su post “Sabes nadar…Que no te ahogue el cambio” me ha devuelto la sintonía, que había dejado ausente entre mi razón y mi emoción.
Os dejo el enlace, para que lo disfrutéis como yo. http://xurl.es/89jdw.
Un abrazo a tod@s por seguir ahí.